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El lado bueno de la escuela de verano

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Publicado el 04/08/2025
Un estudiante en la sala de estudiantes

Un estudiante en la sala de estudiantes

Para muchos estudiantes, las clases de verano pueden no parecer la opción más atractiva. Para Sarah Serrano, estudiante del Elgin Community College (ECC), tomar un curso de biología durante el verano resultó ser una de las mejores decisiones que tomó para su trayectoria académica. 

Serrano está estudiando radiografía, con el objetivo de trabajar en un consultorio médico o en una clínica. Su asesor académico le sugirió que tomara sus cursos de anatomía consecutivamente en otoño y primavera, lo que significaba tomar un curso obligatorio de biología como un curso de verano de ocho semanas.

"Al principio no quería realmente pasar el verano en clases, quería estar fuera divirtiéndome", dijo. "Pero empecé a pensar a largo plazo y me di cuenta de que tomar clases en verano haría que todos los semestres posteriores fueran un poco más fáciles".

"Me alegré mucho de que tuvieran servicios de tutoría", recuerda Serrano. Los tutores proporcionaban una orientación estructurada, lo que facilitaba mucho la memorización y la comprensión. "Sobre todo porque la clase era de ritmo rápido. Me hizo sentir más segura de que podía hacerlo".

Tomar una clase de verano también permitió a Serrano experimentar el campus de ECC de una manera única. "Fue una buena manera de explorar el campus sin tanta gente alrededor", dijo. "Para el otoño, ya sabía cómo moverme y estaba mucho menos ansiosa".

También le pareció un entorno tranquilo y productivo para estudiar. "El campus era increíble, es muy bonito en verano", dijo. "Había tantos lugares para estudiar con tanta luz solar, bancos por todas partes, lo hacía realmente agradable".

Otro beneficio inesperado de las clases de verano fueron las relaciones que entabló Serrano, que le facilitaron la transición al semestre de otoño. "Me hice muy amiga de la gente de la Oficina de Vida Estudiantil durante el verano", dijo. "Ahora, cuando necesito ayuda con cualquier cosa, ya me conocen".

Serrano reconoció que hay una connotación negativa en torno a la escuela de verano en la escuela secundaria y que a menudo se piensa en ella como un lugar para los estudiantes que tuvieron dificultades con una clase durante el año escolar. "Tomé clases de verano porque quiero hacerlo bien, no porque no lo hice bien antes. Me ayudó a tener éxito", dijo.

¿Y la diversión veraniega que le preocupaba perderse? "Aún así me divertí, porque las clases eran dos veces por semana y terminaban al mediodía, así que tenía el resto del día para hacer lo que quisiera", dijo Serrano. "En el instituto te acostumbras a pensar que esos meses de verano son míos para hacer lo que quiera. Mi elección fue hacer un curso de verano, y me ayudó mucho a largo plazo. No me arrepiento".

Para obtener más información sobre las clases de verano en ECC y aplicar de forma gratuita, visite elgin.edu/success.