Carmen Rocha, graduada por el ECC
Al provenir de una familia de inmigrantes, siempre nos decían: «Estudien». Me llevó trece años volver a la universidad. Intenté matricularme varias veces, pero nunca llegué a hacerlo. La vida nos presenta obstáculos o tomamos decisiones que la complican.
Llegué al ECC en 2022 y realicé mi prueba de nivel. Ese verano, me matriculé en mi primera clase en línea. Fue una época complicada, pero me repetía a mí misma: «Si no es ahora, ¿cuándo?». Además, tenía tres hijos que me observaban, así que tenía que terminar lo que había empezado. Siempre les decía lo mismo que mi padre me decía a mí: «Estudien».
En otoño de 2022, cursé mi primera asignatura de Servicios Humanos. Ayudar a los demás siempre me ha resultado algo natural, por lo que creía que mi trayectoria podría ayudar algún día a otra persona. Al principio, me sentía perdida: solo sabía del programa por una búsqueda en Google y una conversación con un asesor. Pero una asignatura me llevó a otra. Me reuní con mi asesor, recibí un plan, lo incorporé a mi horario académico y realicé los ajustes necesarios. Todo ello mientras trabajaba a tiempo completo y era madre, al igual que muchos estudiantes de ECC.
Incluso cuando mi vida parecía estar patas arriba, asistí a todas las clases con una mente abierta y ganas de aprender. Las clases no solo me prepararon para el mundo real, sino que me ayudaron a sanar. Liddy Hope me dio esperanza. Hubo momentos en los que sentí ganas de tomarme un descanso, momentos en los que me preguntaba si estaba destinada a hacer esto, esos momentos de diálogo interno negativo que todos experimentamos. Pero ella siempre me animó y, de alguna manera, me encontré matriculándome en otra clase más. Sabía que había encontrado el camino adecuado para mí.
Conocí a personas increíbles en el programa y vi crecer a muchas de ellas. Recuerdo ese primer día: el miedo a lo desconocido, pero escuché a mis compañeros hablar sobre el impacto positivo que los profesores, el programa y sus compañeros habían tenido en ellos. Yo quería eso. Lo necesitaba. Y ahora, tres años después, he crecido.
Les digo a mis compañeros de clase: no ha sido fácil. He tenido muchos retos en el camino, pero estaba decidida. Quizás me llevó trece años, pero la espera valió la pena. ¡Sí se pudo: primera generación en graduarse de la universidad!
Hoy, mientras me preparo para graduarme del programa, es un momento agridulce. Me siento muy orgullosa de mí misma. Quiero dar las gracias a Dios, a mi familia, a mis amigos, a mis profesores y a mis compañeros de clase. También quiero dar las gracias a ECC por abrirme sus puertas y al programa TRIO por apoyarme, animarme a solicitar becas y estar siempre pendiente de mí.
Lo más importante es que quiero darme las gracias por haber encontrado la fuerza interior para seguir adelante y por creer en mí misma. Espero que tú también puedas encontrar tu fuerza y tu propósito mientras recorres tu camino. Sí se puede. No sé lo que me depara el próximo capítulo, pero sé exactamente quién lo está escribiendo.
Carmen Rocha, 25 años
Elgin, Illinois
Técnico Superior en Ciencias Aplicadas - Servicios Humanos Generalistas
/prod01/cdn-pxl-elginedu-prod/media/elginedu/news-and-events/featured/original/antoinette-800X500.jpg)
/prod01/cdn-pxl-elginedu-prod/media/website/shared-media/images/Amanda-800X500.jpg)