Pasaporte al aprendizaje

Antes del Elgin Community College, el viaje de Anamika Dua comenzó en la India, donde siguió estudiando hasta que cumplió 21 años. Cuando su trayectoria vital cambió para formar una familia, dejó de estudiar.

Dua se mudó a Estados Unidos en 2014 y finalmente encontró un trabajo en la biblioteca de ECC. Todos los días veía pasar a estudiantes que pedían libros prestados, buscaban tareas y perseguían sus objetivos. El ambiente reavivó algo en ella.

Con sus dos hijos ya mayores, Dua decidió que por fin había llegado el momento de centrarse en sí misma. "En mi cultura, las mujeres suelen dar prioridad a la familia", dice. "Pero ahora que son mayores, por fin tengo la oportunidad de seguir estudiando".

Volver a la escuela después de tres décadas no fue fácil, pero ella siempre valoró el aprendizaje. "La educación es un bien que nadie puede quitarnos", afirma Dua. "La educación es una riqueza que nunca puede quebrar".

En 2023, se matriculó a tiempo parcial y realizó una prueba de evaluación profesional en la oficina de Servicios de Desarrollo Profesional de la universidad, descubriendo su interés por la psicología.

"Me atrae especialmente trabajar con adultos jóvenes o niños", afirma. "Apoyarles con los valores y las herramientas mentales adecuadas desde el principio es como reforzar los cimientos de una casa; es esencial".

Actualmente, Dua asiste a una clase de filosofía que describe como "inspiradora", aunque afirma que está indecisa entre la psicología y la filosofía como campo de estudio.

Su curiosidad fue más allá cuando se enteró de las oportunidades de estudio en el extranjero de ECC. Después de haber estudiado francés hace casi 35 años, la oportunidad de viajar y estudiar en Dijon, Francia, captó su atención.

"Es muy importante viajar porque amplía la perspectiva", afirma.

El programa, de cuatro semanas de duración, combinaba lo académico con la inmersión cultural. Dua cursó Humanidades Occidentales Antiguas y Medievales y Francés elemental, mientras exploraba museos, visitas por la ciudad, París y el sur de Francia. Se unió a otros estudiantes de ECC y de todo el Medio Oeste, dirigidos por un profesor de enlace. En total, participaron unos 40 estudiantes.

Para Lauren Nehlsen, PhD, decana asociada que dirige el compromiso global, historias como la de Dua captan el corazón de la misión de estudios en el extranjero de ECC.

"Estudiar en el extranjero no es sólo viajar; transforma la forma en que los estudiantes se ven a sí mismos, a sus comunidades y su papel en una sociedad global", afirma Nehlsen.

Dua aprovechó cada momento, desde explorar hasta compartir comidas con nuevos amigos. Incluso consiguió coger un tren a Suiza.

"Sinceramente, tenía miedo", dice riendo. "Tenía las instrucciones impresas en una mano, la aplicación en la otra y una batería de reserva. Pero me repetía a mí misma: 'Puedes hacerlo'".

La mayor preocupación de Dua era el coste. "El programa era caro", dijo. "Pero hay ayuda y hay esperanza". Con becas, fondos de desarrollo profesional y reembolsos, lo hizo posible. Su consejo ahora: "No dejes que el dinero sea la razón por la que no te presentas".

Lo ocurrido en Francia cambió algo más que los sellos del pasaporte de Dua. Encontró una nueva confianza en sí misma y recuerdos de la amabilidad humana, como el granjero de Berna que le devolvió su bolsa perdida. Tras una hora desandando el camino, lo vio agitándola en un campo. Todo seguía dentro. "Lloré", dice. "Me recordó que la bondad es universal".

¿Qué le diría Dua a un estudiante de ECC que esté dudando si estudiar en el extranjero? "Di que sí al programa", dijo. "Es una visión más amplia de lo que puedes ver ahora mismo. Estarás presente al 100%, reflexionando sobre lo que pensabas antes, lo que aprendiste allí y cómo has cambiado después. Se convierte en parte de ti para siempre".

El plazo de solicitud para los estudios en el extranjero del verano de 2026 finaliza el 15 de febrero.