Maryam Ebadi, madre soltera que padece un trastorno degenerativo hereditario de la visión, emigró a Estados Unidos con la ilusión de seguir trabajando para cumplir su sueño de convertirse en asesora familiar. Tras completar su preparación para el GED® en el Elgin Community College, el siguiente paso era hacer los exámenes de nivel en su colegio comunitario local. Llegó ansiosa pero dispuesta a dar lo mejor de sí misma. A los pocos minutos, su entusiasmo se convirtió en frustración y decepción. "Cuando fui a hacer las pruebas de nivel, no me ofrecieron ninguna adaptación para mi discapacidad", explica Ebadi. "Me dieron una hoja de examen y me dijeron que leyera las instrucciones, pero no puedo leer un documento sin ayuda y no pude completar el examen ese día. Fue entonces cuando me marché y volví a ECC".
Natural de Irán, Ebadi tuvo problemas de visión desde muy joven, pero aún veía lo bastante bien como para leer y escribir durante su adolescencia. Con el tiempo, su visión siguió deteriorándose. Sin ninguna ayuda para su enfermedad, Ebadi vio truncadas sus esperanzas de terminar sus estudios. Sabía que, para seguir una carrera como asesora y tener medios para mantener a sus hijos, tendría que abandonar su tierra natal.
Esta constatación llevó a Ebadi a Estados Unidos en 2015, donde aprendió inglés rápidamente. Después se matriculó en las clases de preparación para el GED de ECC y acudió a la Oficina de Acceso Estudiantil y Servicios para Discapacitados en busca de ayuda. El departamento se asegura de que los estudiantes con discapacidades y otras barreras tengan igualdad de oportunidades para tener éxito.
"Nunca queremos que los estudiantes se vean obligados a dejar de cursar sus estudios porque no dispongan de una solución viable", afirma Pietrina Probst, directora de ADA, acceso de estudiantes y servicios para discapacitados. "Nuestro objetivo es hacer todo lo posible para proporcionar igualdad de acceso a los estudiantes con discapacidad mediante la eliminación de barreras para el éxito".
Probst trabaja individualmente con los estudiantes para determinar qué adaptaciones razonables se ajustan mejor a sus necesidades. A continuación, se coordina con el profesorado y los miembros del personal para garantizar que esas necesidades definidas se satisfagan mediante herramientas como lectores de pantalla, software de transcripción u otras tecnologías de accesibilidad. Las adaptaciones también pueden incluir algo tan sencillo como ajustar la disposición de los asientos en las aulas y los laboratorios.
"Ser ciega nunca me ha desanimado, y sé que no es fácil, pero creo que puedo hacer cualquier cosa que haga una persona vidente", afirma Ebadi. Con la ayuda de ECC, ahora tiene los materiales y la tecnología que necesita y está sobresaliendo en sus estudios. Ebadi está en camino de graduarse con un título de asociado en 2023 y está en camino de cumplir su sueño de una carrera en asesoramiento familiar.
Visite la página web de Acceso de Estudiantes y Servicios para Discapacitados para obtener más información.