2023 - Megan Petronella: De empleada de ECC a graduada de ECC

Mi camino para descubrir lo que quería ser de mayor fue muy largo y tortuoso. He empezado y dejado la universidad varias veces. Nada más salir del instituto, fui a la universidad para estudiar otra carrera de ciencias y me costó mucho. Un profesor me dijo que eligiera otra carrera porque yo no estaba hecha para las ciencias. Me lo tomé muy en serio y cambié de carrera antes de salir de la universidad por primera vez. Una década más tarde, me casé, tuve dos niños pequeños, trabajé a tiempo completo y volví a estudiar Educación Infantil en el Elgin Community College. Me trasladé a una escuela de cuatro años para obtener mi licenciatura; sin embargo, para entonces, tenía tres hijos menores de seis años y decidimos quedarnos en casa con ellos.

En 2014, adoptamos a nuestro hijo de Hong Kong, y después de un año más o menos, era hora de que volviera a trabajar. Empecé a trabajar en la Oficina de Ayuda Financiera y Becas de ECC y conocí a algunas de las mejores personas con las que he trabajado. Ayudar a personas de todas las edades a regresar a la escuela día tras día era motivador. Con el aliento de mis compañeros de trabajo, decidí probar suerte en algunos de los prerrequisitos de ciencias para ver si podía entrar en enfermería. Me sorprendí a mí misma con lo bien que lo hice. Presenté una solicitud y me aceptaron en el programa de enfermería para empezar en otoño de 2020.

Empezar la escuela de enfermería durante el COVID-19 no fue fácil. Las conferencias Zoom de tres horas, las convalidaciones por vídeo y la mínima experiencia "práctica" en persona fueron difíciles. No aprobé el tercer semestre en otoño de 2021. Me tomé el semestre siguiente para reagruparme y retomar algunas clases para transferirme para mi BSN. Las cosas fueron mucho mejor cuando retomé mi tercer semestre en el otoño de 2022. Las clases en persona y las clínicas con más oportunidades para el aprendizaje práctico hicieron un mundo de diferencia. El aliento y la amabilidad de cada instructor fueron evidentes cuando llegué de nuevo al^tercer piso. Mi familia me ha empujado y animado en cada paso del camino. Me han consolado y me han traído toda la comida basura que saben que me encanta comer cuando estoy estresada. Me han ayudado en casa cocinando o limpiando y me han dado espacio para estudiar. Mis compañeros de trabajo reorganizaron sus horarios para permitirme asistir a clase y a la clínica; nunca se quejaron. Mis compañeros me enviaban mensajes y notas de ánimo. Mi grupo actual, algunos de los cuales han estado conmigo desde nuestra clase de HPE en 2020, me ha ayudado a seguir adelante y se han convertido en amigos para toda la vida.

Mi educación está lejos de terminar. Comenzaré mi programa de BSN el próximo año y espero nuevas oportunidades para seguir aprendiendo y creciendo como nueva enfermera. Por fin he descubierto lo que quería ser de mayor y estoy deseando ver adónde nos lleva mi futuro y el de mi familia.

Megan Petronella, Algonquin

Diplomado en Ciencias Aplicadas