En el semestre de otoño de mi último año de instituto, asumí uno de los retos más difíciles de mi vida. Mi escuela ofrecía un programa de doble crédito en el que podía obtener simultáneamente mi diploma de bachillerato y un título asociado del Elgin Community College. Vi la oportunidad de salir adelante y ahorrar mucho dinero. Aunque el camino fue difícil, aprendí que soy más fuerte de lo que creo.
Cuando comencé a tomar cursos universitarios en ECC en agosto de 2021, se abrieron un conjunto único de puertas. Pude asistir a todas las actividades de la escuela secundaria y a todos los eventos organizados por ECC. ¡Estaba obteniendo lo mejor de ambos mundos!
Sin embargo, hacia noviembre, empecé a quedarme atrás. Mis notas bajaron y la disfunción ejecutiva me frenó enormemente. Había sido una estudiante de alto rendimiento desde la escuela primaria, y no podía aceptar que tenía dificultades y caí en una profunda depresión.
Entonces, me di cuenta de algo crucial: mi máxima pasión es escribir. Soy creativo, creo mundos infinitos y personajes complejos. Me preocupo mucho por los personajes que he creado y quiero que estén a la altura de su máximo potencial. Me di cuenta de que era la única persona que podía contar sus historias, así que tenía que estar a la altura de todo mi potencial.
Con mucho esfuerzo, salí de ese horrible agujero y terminé con un promedio casi perfecto. Me incorporé al periódico estudiantil, el Observer, y colaboré con nuestro galardonado equipo. Aquella experiencia me reafirmó en que mi camino era contar historias.
Ahora sé que puedo enfrentarme al mundo, y siempre llevaré conmigo los mundos que cree.
Kip Kane, St. Charles
Asociado en Artes