En mi primer intento de ir a la universidad, me fui a estudiar fuera, como querían hacer la mayoría de los jóvenes de 18 años que salían del instituto. Rápidamente me di cuenta de que no era para mí y, cuando volví a casa, me matriculé en el Elgin Community College. Estaba entusiasmada; me sentía mejor estando de vuelta en casa con mi familia, y en el ECC me concedieron una beca para jugar en el equipo femenino de baloncesto, un deporte que me encanta.
En ECC, me inscribí en el programa paralegal, y mi beca deportiva pagó mi matrícula, lo que me permitió concentrarme en mis clases y mi equipo. Siempre tuve interés en el campo legal, pero no fue hasta el verano de 2020, con la muerte de George Floyd y el movimiento Black Lives Matter, que mi interés en trabajar en el campo legal cambió para centrarse en la defensa criminal y los derechos civiles. Realmente quiero ser abogada, y sabía que el programa paralegal sería un buen primer paso y me daría la experiencia que necesitaba para estar lista cuando diera el paso más grande hacia la facultad de derecho.
Cada clase que tomé en ECC ayudó a dar forma a mi perspectiva sobre nuestro mundo y el sistema jurídico. El director del programa paralegal, Laura Haske, se tomó el tiempo para ayudarme a equilibrar la escuela y el baloncesto, incluyendo la búsqueda de una pasantía flexible que trabajó con mi horario de atletismo. También pude trabajar con Mia Hardy a través de Spartan Women Achieving Greatness (SWAG), haciendo investigación cualitativa y presentándola a otros, lo que me ayudará en el futuro cuando investigue casos y prepare argumentos para juicios.
Siempre me ha apasionado marcar la diferencia y quiero utilizar el sistema jurídico para influir en el mundo. Gracias a mi tiempo en ECC, estoy en un camino sólido hacia mis objetivos.
Ariana Marchan, Elgin
Basic Vocational Certificate - Paralegal
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